trazo mi animal

Caballos en mi cabeza Caballos por doquier Jugando polo? Jugando en círculos. Estacionados en un principio. Cuatro esquinas de un rectángulo. Cuatro esquinas de un lugar. Trazo mi diagonal. Una línea tras otra. Segmentos de mí. Son los segmentos de mi historia. Es probable que la única forma en que pueda correr detrás de ti Sea solo galopando. Es quizás la única forma en que puedo seguir sin mirar. Espero la partida. Es una partida de caballos. Es un rodeo, un lugar de toros, una arena romana. Caballos en mi cabeza Caballos por doquier Un montón de bestias envueltas en un grupo de hombres. Un montón de bestias somos. En cualquier lugar del mundo estará encerrado tras esas líneas. Son un paralelo o un meridiano. Eres mi ecuador. Ya que me divides justo en el centro. Tu línea pasa por mi, siempre cerca. Estas cosas no! Estas cosas no son como quisimos que fueran. Las cosas nunca son como nosotros pensamos que van a ser. Caballos en mi cabeza Caballos por doquier Creo que esta es mi canción. Una canción de caballos desbocados de yeguas sin dueño. De yeguas corriendo sin saber donde. Una gran risa de caballo me sale de dentro. Una gran risa marcada por una línea. Incluso mi lengua se ha divido por la mitad. Son solo caballos desbocados Son sólo caballos en mi cabeza. Son sólo caballos por donde quien sabe estarán. Hoy me levanto temprano. Tomo un par de cigarros tirados entre las sábanas. Rotos. Quebrados por el cuerpo de la noche. Fue una pesadilla es muy probable no lo recuerdo. Sólo el rastro de un miedo me completa este silencio de mañana sin perros aullando por hambre. Mi madre suena en la cocina. Sus manos suenan con los platos, las ollas usando y lavando. Chocan unas con otras. Miro por la ventana. Están ya juntos sobre el pavimento húmedo. Hoy no me baño. Hoy no quiero sentirme limpio. Me pongo las zapatillas y ya los short tienen manchas, tienen arrugas de cama. No importa todo vale donde voy. -Voy a la cancha. -Pero come algo. -Ya empezó otra vez. Tócala te dicen. Es así. Tocar tocarla. Así comienza todo. Nada de calentamiento. El músculo tal como está. Allá lejos me cambian la canción. Es mi canción, La del gol, la de loso caballos. Es demasiado tarde. Es muy tarde. Es muy tarde para cambiar. Tócala! Cambia. Me dicen. Cambia! Dicen todos. Pero es muy tarde para cambiar. Es así. Los caballos siguen en mi cabeza. Ya soy uno corriendo al lado los otros. Es demasiado tarde. Es muy tarde. Es muy tarde para cambiar. Es siempre lo mismo. Es repetición. Se me repiten los cascos sobre el cemento.