jueves, junio 30, 2005

FRAGMENTO DE HOMÓNIMO. En la foto: Barbara Santander, en ensayo de Boeing 747

ACOTADOR: Bárbara toma sus audífonos y comienza a caminar, escucha cualquier cosa menos Emmanuel, que ya no lo soporta. Camina sin saber donde va, un desconocido le toma la mano y caminan juntos un par de cuadras. Ella no lo mira a los ojos. Sólo deja de cantar, porque le da vergüenza. Costa parece no modificarse. Ve como sus lentes verdes se van deslizando por su nariz recta y filuda. Ella sonríe y mira las nubes como se detienen, como parece que todo se detiene a su alrededor en esa caminata con el desconocido. Costa le suelta la mano, parece que es por miedo a que ella salga corriendo y no la vea nunca más. Camina a su lado sin detenerse. Se incomoda, algo hace que ella lo nota. Bárbara lo mira y sigue caminado. Costa vuelve a tomar la mano de ella. Bárbara sigue caminando y tiene que doblar en la siguiente esquina, pero no quiere. Nunca quiere. A nadie, le importa la pareja caminado así sin hablarse, mirándose de reojo, o al menos eso parece. Costa la toma por la cintura y la mira fijamente. Vemos a Costa y Bárbara abrazados mientras un corazón gigante gigante de dulce se forma detrás de ellos. Costa parece que quiere besarla, a Bárbara el corazón ya se le sale por la boca. Costa la deja. Fragmento de "homonimo"

miércoles, junio 29, 2005

FRAGMENTO DE CALLEJERA. Auto foto en el metro Linea 5.

Una noche de calentura, una de esas noches en donde no te lo tocas y se te para solo, donde le miras el culo a todos y a todas, cuando andas caliente, jugosito, me senté en el sofá del ?Prosit?, que con mis amigos le decíamos Prostit, saqué mi libreta le pedí un lápiz al garzón, le pedí el corto de pisco y esperé tranquilamente algo, yo no soy de andar buscando putas. Espero que las cosas pasen solas. Escribí varias páginas, te escribí una carta completa, solo ahí, me miraba en el espejo, y miraba cualquier cosa con piernas, sentía el pico apretado al cierre del pantalón, me dolía y me gustaba. Esto de escribir tomándome un corto de pisco me resultaba a veces, siempre alguien se daba cuenta de que me gusta escribir, entonces ?salta la liebre?. Fui al baño a ver que pasaba, puros maricones mirándose la tula, y cuando la luz se corta siempre desaparece una parejita las casitas. Bueno ahí me di cuenta que perdía el tiempo, fui a poner Fresa Salvaje de Camilo la de la suerte y bajé, tomé mis Malboro Rojo, me senté a lo machito, con las piernas bien abiertas y una media estirada, me miré las uñas sucias, negras, no importaba, el cierre me empezaba a doler de nuevo apretándose en la curva.

martes, junio 28, 2005

MONÓLOGO DE "HOMÓNIMO", en la foto Marcela Hurtado en M100. Ultima función de P.A.F!

Homónimo: Asumo a mis 27 años la entrega incondicional a la significancia de la imagen, pero no solo fija o móvil, sino como una deconstrucción que narra....el dedo en el cigarro, el dedo que pasa la hoja desaparece y aparece en la boca, dedo marcado con amarillo, de los cigarros consumidos, ¿casi mudos?, dedos que recorrieron... No quiero enfatizar en el detalle, sino que narrar a través de esas selecciones. Una historia mas generacional, que pasa por el abandono, la ansiedad y el desapego como formula de interés, necesito poblar la imagen del desgarro que significa leer un libro solo en un parque y que no importe nada mas, ese acto de individualidad, me hace parte del mundo, me hace universal?suena jipie, pero no me importa. Quiero saber a que saben tus besos para conocer el aroma de tus palabras, esa frase me explica mucho, por ejemplo... no quiero explicar a través de lo verbal...el cuerpo y la imagen, el objeto y el cuerpo, el objeto y el sujeto inserto en la imagen me cautivan por extirpación de lo emotivo...porque la imagen se hace sensotiva, NO A LA LINGÜÍSTICA , se entiende? Se que me contradigo, en fin, necesitamos hablar esto. fragmento

Barbara sola

Cuando te veo en los ojos. Cuando te miro con mis ojos y me veo en los tuyos. Cuando en tus ojos veo como te miro. Creo que existo por ese lapso de tiempo entre pestañeo y pestañeo. Creo en la posibilidad de verme reflejada fundida a lo demás. Y pensar que por ese lapso de tiempo las cosas que alcanzo a ver reflejadas y yo existimos a la vez. Es entonces que pienso que sólo tus ojos pueden darle sentido a las cosas y a mí, pero no es así. Tus ojos sólo alcanzan a darme ese atisbo de lucidez. Es así que la forma en que me miras no es tan importante. Es decir. MIENTRAS ME REFLEJO E IDENTIFICO, MIENTRAS DIGO YO Y EL MUNDO? No me importa si mientras sucede esto me dices: te quiero. Ya que sólo busco verme en ellos cada ocasión que tengo. De esta manera tus ojos y los míos tienen tanta importancia como lo es saber que tú y yo ya somos dos extraños y no me interesa en lo absoluto el sólo hecho de pensar que cuando me miras con esos ojos que sólo tú sabes poner, me dices: Que no te quieres ir porque me quieres y que por eso te quedarás acá conmigo. Y me molesta que intentes llorar. Y es que quiero que la cortes, que no sigas con eso, que me comienzo a sentir extraviada o extranjera. Así que dejo de mirarte y cierro los ojos por un par de segundos. TODO NEGRO POR UNOS SEGUNDOS. Dejo que limpies tus lágrimas en mí y ahora sí te puedo decir: ven. fragmento de Homonimo, el nuevo texto