miércoles, febrero 13, 2013




Cómo
 no
 complacer
 a
 los
 hombres
 hermosos,
 cómo
 no
 complacer
 a
 los
 hombres
 buenos
 y
 generosos,
 a
 esos
 tiernos
 hombres
 que
 nos
 cuidan
 y
 nos
 protegen,
 y
 vergonzoso 
y
 absolutamente
 e inmoral no hacerlo 
con los 
inmorales,
 así 
a 
las 
horribles
 almas 
egoístas
 y 
sus 
pocos 
honores,
 a 
esos
 horribles 
hombres 
llenos
 de 
odio
 en 
sus 
cuerpos 
atrapados,
 así
 también
 es
 divino
 y
 necesario
 ayudar
 a
 los
 cuerpos
 llenos
 de
 vigor
 y
 virtudes,
 es
 sano
 para
 nosotros
 satisfacerlos,
 esto
 es
 medicina,
 es
 ciencia.
 
 Es
 cuidar
 su
 salud,
 mejorarlos,
 hacerlos 
fuertes
 y 
saludables,
 mental
 y 
físicamente 
expandidos.


Porque
 para
 que
 más
 puede
 servir
 la
 ciencia
 y
 la
 medicina,
 sino
 es
 para
 el
 conocimiento,
 y
 a
 través
 de
 ellas
 amar.
 
 En
 aquellos
 que
 no
 hay
 amor.
 Entregarles
 conocimiento
 en
 tanta
 vacuidad,
 será
 para
 el
 medico
 entonces
 reconocer
 en
 esos
 hombres
 el
 amor
 y
 de
 los
 divinos
 hombres,
 distinguir
 entre
 el
 amor
 sano
 y
 el
 vergonzoso.
Acercarse 
a 
lo 
bello 
y 
descubrir 
sus 
beneficios.

La
 medicina
 opera
 como
 un
 cambio
 saludable
 en
 el
 paciente,
 la
 medicina
 de
 un
 hombre
bello
puede
dar
amor
 y 
salud,
 y 
en 
aquellos
 que 
no 
hay
a mor,
 debe 
aprender 
a
 sacarlo
 de
 su
 cuerpo
 para
 reconocerlo,
 y
 aplacarlo
 en
 el
 cuerpo
 del
 otro,
 hacer
 arte
 y
 fundarlo
 en
 su
 amigo.
 Sanarlo,
 y
 cuando
 un
 hombre
 está
 batallando
 en
 lo
 insano
 del
 otro,
 puede
 ser
 también
 un
 profesional
 de
 lo
 divino.
 Debe
 entonces
 este
 hombre,
 hacer
 convivir
 el
 amor
 y 
el
 desamor 
en 
su
 cuerpo 
para 
que 
pueda 
dar 
y 
recibir
 belleza
 de
 otro.
 Entendiendo
 la
 belleza
 como
 lo
 doble
 opuesto;
 lo
 frío
 de
 lo
 que
 hierve,
 lo
 desagradable
 de
 lo
 placentero,
 lo
 fluído
 de
 lo
 tenso
 y
 todas
 las
 cosas
 análogas
 y
 sincrónicas 
posibles 
en
 contraste.
..esta
 medicina
 de 
lo 
insano
 del
 cuerpo...este 
arte, esta
 gimnasia
 y 
agricultura.

.. Los
 poetas
 lo
 cuentan
 y
 los
 hombres
 debemos
 creer
 en
 ellos,
 en
 sus
 palabras
 está
 el
 amor
 por 
lo 
bello.
 Lo 
bello e
s el
 hombre
 dentro,
es
 entonces 
como
.
..

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