miércoles, julio 13, 2005

ENTRE BOMBÓN Y BOMBÓN. Foto de ensayo de Boeing 747-Junio 2005

ENTRE BOMBÓN Y BOMBÓN, palabras sobre el texto ?Llueve en Barcelona? de Pau Miró para el taller de Galemiri. Los bombones son unos chocolates con el porte perfecto de un bocado, para no abrir mucho la boca y dejar el espacio justo para que pase sin problemas. Generalmente rellenos explotan en líquido dentro de nuestra boca. (Imagen claramente erótica: semen expulsado después de la chupada). Miró nos entrega este texto-bocado con el porte perfecto, las palabras corren rápido, sin problemas y los diálogos adquieren agilidad por la clara conexión de lugares y acciones. ¿Transparencia? ¿Honestidad?, no se cuál es la palabra que define mejor a este dramaturgo catalán. Una captura de la prostitución que se hace tan cercana que cuando termina, asusta. No explica más de lo quiere decir, no exagera más que en el vestido azul de terciopelo. Blue Velvet? Abro un bombón es inevitable, y lo meto en mi boca. Una trinidad emplazada en Barcelona. Ciudad que no queda de fondo, no queda en los marcos, es decir, la cuidad aparece debajo del alfombra, en la marca del calzón. Ese si que es contexto. A pesar de los logros del texto, esta historia, sin muertes, sin venganzas, sin guerras llega a ser muy desoladora en los momentos en que sólo escuchamos el sonido del papel metálico de aquel bocado y comprendemos todo. Hay una sonoridad gutural, de comida, de comerse todo a lo largo y ancho de toda la obra. Una sensación de que el nudo en la garganta no nos deja tragar. Una protagonista llena de sueños sacada de la calle y dos hombres buscando que llevarse a la boca. ¿La infancia de los hombres?

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