lunes, julio 25, 2005

FRAGMENTO DE UN CUENTO SIN NOMBRE. Foto para Natalia en su casa nueva con muro rojo

Antonia: Camino sola creyéndome la muerte, mi mamá habrá sido perra toda su vida, pero me enseñó a ser bien señorita. Cuando voy entrando en la poblaciones me doy cuenta que mis ojos amarillos son mas comunes de lo que yo creía, todos acá se miran así, con odio, llenos de odio te miran en la calle, un viejo chico y hediondo me metió hace tres segundos la mano entre medio y se rió. Miro como se huele los dedos sin darse vuelta. Como los sigue oliendo mientras no se me cae una lágrima y entiendo por qué, porque mi mamá me habrá enseñado a chuparla bien, a hacer la comida, a robar, a guardarme la plata entre las tetas, pero lo que nunca me enseñó fue a sufrir. Sigo caminando como si no hubiera pasado nada, llego a un potrero y hago un hoyo, me paro de cabeza y meto toda la cabeza dentro del hoyo. Grito lo mas fuerte que puedo, con todas mis fuerzas, las venas se me inflan las siento, los oídos se me tapan con la fuerza, los siento, ahora dejaré esa rabia ahí, debajo de la tierra, enterrada mi rabia ahora me dedicaré a amarlos a todos.

No hay comentarios.: